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miércoles, 23 de mayo de 2012

Conferencia: De imágenes a modelos: La interpretación de las plantas en la historia



 El jueves, 18 de mayo se celebró el Fascination of Plants Day: El día de la fascinación por las plantas.   Promovido por EPSO (European Plant Science Organization), su objetivo es conseguir que la mayor cantidad posible de gente de todo el mundo se fascine por las plantas.

En el IRNASA (Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca) se celebró el Dia de la Fascinación por las Plantas con la conferencia:

De imágenes a modelos: La interpretación de las plantas en la historia

(Impartida por Emilio Cervantes)

Breve resumen:
Se presentan dos visiones alternativas del Reino Vegetal. La primera contempla a las plantas como medios de producción de distintos bienes. El desarrollo de la ciencia, impulsado notablemente desde la Ilustración, ha estimulado esta visión. La especialización, la división del mundo en sectores y el predominio de la razón práctica han contribuido a que las plantas sean vistas como objetos de producción y una importante función de la ciencia consista en incrementar los beneficios obtenidos de las plantas. Surgen así las investigaciones basadas en sistemas modelo con la idea de que el modelo permitirá ampliar nuestro conocimiento de los sistemas vegetales y así obtendremos más beneficios: Más abrigo, más alimento, más remedio para la enfermedad, etc…El desarrollo de sistemas-modelo entre las plantas apoya esta visión propia de la fe en el progreso que tiene lugar en la Ilustración. Los resultados obtenidos con los modelos son importantes para aumentar los beneficios y así se realiza el anhelado progreso. Pero, los modelos sirven también para mostrar otro aspecto en los vegetales......
Las plantas no podrían ser fuente de tantos beneficios si no fuesen asimismo, imágenes, es decir representaciones de un orden existente en la naturaleza. Cabe la posibilidad de que la visión de las plantas como imágenes de un orden natural fuese más importante en la antigüedad que en nuestra moderna sociedad tecnificada.
Se presentarán algunos inconvenientes de la aplicación del concepto de sistema modelo en plantas, algunos ejemplos de cómo algunos autores así como medios editoriales han intentado evitar la idea de un orden existente y finalmente, se mencionarán ejemplos de un orden que une a las plantas con el mundo de las matemáticas.














Imagen: Tulipan Semper Augustus. De Kiva Stories from the field. Un bulbo de este tulipán fue cambiado en el siglo XVII por unos 50000 metros cuadrados de tierra, según informa el diccionario de Neolengua en su entrada Tulip mania.    

lunes, 29 de octubre de 2007

Nacimiento de la Genética: Cuando el significado pudo haber escapado por la gatera




La Genética es una de aquellas disciplinas científicas clásicas que, a lo largo de los siglos surgían y se iban desarrollando con el objetivo de responder a preguntas concretas y bien definidas. El nombre Genética se hizo oficial a partir de 1899, cuando William Bateson propuso cambiar el nombre del tercer Congreso de Mejora de Plantas (Plant Breeding), a celebrar en Londres, y denominarlo First Internacional Congress of Genetics. Aunque la democrática y omnisapiente Wikipedia, opina que fue en una carta fechada en 1905 y dirigida del propio Bateson a Sedgwick (aquel profesor de Darwin que le había reñido por su falacia y atrevimiento al enunciar la tautología de la Selección Natural como dándole el barniz de una Teoría Científica), está claro que esto es un error de Wikipedia, porque seis años antes había tenido lugar el Primer Congreso Internacional de Genética. En cualquier caso, las plantas y la Biología Vegetal han sido importantes para el desarrollo de la Genética, que tiene lugar casi simultáneamente con el nacimiento del siglo XX, cerca de los tiempos de la materialización del mundo de que nos hablaba Vicente Blasco Ibáñez en una entrada anterior.

La Genética continúa, desde su nacimiento, la larga tradición de la mejora de las plantas, que se realizaba con conocimiento de los procesos de reproducción en vegetales desde Camerarius y de manera empírica desde el Neolítico. Por su vocación e interés más bien aplicados, a la Genética nunca le ha importado mucho el significado de los seres vivos. Si lo tienen o no lo tienen y que pueda ser esto del significado. Por el contrario, desde sus orígenes y de manera implícita en sus protocolos ha admitido que el significado de los seres vivos puede supeditarse a la utilización que hagamos de ellos; dicho de otro modo, que el significado es el que nosotros les otorguemos, o más directamente, que no tienen ningún significado. Todas las técnicas y protocolos que son específicos de la Genética están basados en la captura de organismos y su reproducción en condiciones artificiales de laboratorio (cruzamientos). Desde sus orígenes, la única función y objetivo de muchos seres vivos es servir para los fines experimentales del científico. El genético selecciona los caracteres cuya herencia va a estudiar y desprecia la importancia que los animales o plantas objeto de su estudio puedan tener como individuos en la naturaleza otros que sus fines experimentales. En su proceder arbitrario, la Genética comparte características con Dunson, el hombre blanco del Western que veíamos representado por John Wayne. No será la última vez que surja un parecido entre el comportamiento de los personajes representados por John Wayne y los modales de la Genética.

Si en todo esto hubiese algo de cierto y no fuese todo pura especulación, entonces cabría la posibilidad de que el carácter digno de estudio y de abstracción no fuese el de servir para fines experimentales, sino otro y que por lo tanto, habría escapado por la gatera.

lunes, 23 de julio de 2007

Una frase lamentable

En su reciente artículo en una de las revistas más prestigiosas del pensamiento y la cultura en lengua española, un conocido catedrático de bioquímica comienza uno de sus apartados con estas palabras:


Las plantas pueden considerarse como artefactos capaces de convertir energía luminosa en energía química,………


¿Artefactos?. ¡Qué expresión tan inapropiada para referirse a las plantas!.

Estén donde estén los orígenes de la humanidad y vayamos un día o no a encontrarlos, cosa que parece difícil, una cosa es cierta. Las plantas han sido su apoyo y tutela desde entonces. Las plantas han alimentado, vestido, curado, protegido, calentado, adornado, inspirado, consolado, proporcionado remedio, sombra y cobijo a los males y necesidades del hombre desde sus orígenes. Todo a cambio de nada, bueno, de nada no: de su aprovechamiento sin medida que ha acompañado al progreso y a los avances tecnológicos.

¿Acaso no merecerían las plantas, a cambio de todo aquello, un trato respetuoso?. ¿O es que acaso se les supone indiferentes al trato?. No creo, al menos porque si tratamos mal a las plantas, a la larga podemos ser los humanos quienes lo pagaremos.

Considerar a las plantas artefactos es peligroso. Hacerlo al lado de textos de profundo contenido filosófico, en una de las revistas más prestigiosas del pensamiento y la cultura en español, es además, lamentable.

No comentaré otros aspectos del artículo en cuestión que es una muestra más de cómo la tecnología viene a ocupar el lugar que va dejando el pensamiento en su retroceso, pero sí ofreceré, para contrarrestar, dos opiniones de distinto aire.

Una, no de un biólogo, sino del psicólogo y humanista Carl Gustav Jung:

“Las plantas también me interesaron, pero no en un sentido científico. Me sentí atraído hacia ellas por una razón que no puedo entender, y con el fuerte sentimiento de que no podían ser arrancadas y secadas. Eran seres vivos con un significado que duraba mientras crecían y florecían; un oculto y secreto significado, uno de los pensamientos divinos. Debían mirarse con admiración y contemplarse con asombro filosófico. Lo que el biólogo tenía que decir acerca de ellas era interesante, pero no era lo esencial. Tampoco yo podría explicar qué era lo esencial.”

Y otra, ahora sí, de una bióloga. La sensación descrita por Barbara Mclintock al contemplar sus preparaciones de cromosomas de maíz:

“you forget yourself—it surprised me that I actually felt that---these were my friends. As I looked at the genes they became part of me.—The main thing about it is that you forget yourself.”

No es correcto considerar a las plantas artefactos, menos hacerlo en una revista de pensamiento.



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