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martes, 20 de noviembre de 2007

August Weismann II: Los experimentos del doctor Weismann.



Los experimentos de Weismann no eran mejores que su teoría. En su serie de experimentos más conocida, el doctor Weismann (o, tal vez, algún ayudante subordinado), cortó la cola a ratones durante veintidós generaciones consecutivas para probar que los caracteres adquiridos no se heredan.

A estos experimentos realizados por uno de los pilares del neodarwinismo, de momento, no los he querido adjetivar. Se me ocurre que además de no conducir a ninguna parte, son buena prueba de sadismo y de estupidez, pero estos y otros adjetivos no los llenan, no llegan a describirlos en toda su maldad. Son ejemplo de perversión en la Ciencia. Pervertir es, en español, viciar con malas doctrinas o ejemplos las costumbres, la fe, el gusto, etc. Y malas doctrinas y ejemplos son los experimentos de Weismann. En Ciencia uno no puede inventar, no puede plantear hipótesis sin base a ninguna observación; no puede diseñar experimentos a lo bestia.

Por su contribución, Weismann fue premiado en 1904 con la denominación de Presidente Honorario de la Sociedad para la Higiene Racial (Society for Racial Higiene).


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lunes, 19 de noviembre de 2007

August Weismann I: La barrera imaginaria del doctor Weismann




August Weismann es un personaje importante en el mundo de la ciencia de finales del siglo XIX. Entre otras cosas, pasó a la Historia por inventarse una teoría, la de la continuidad del plasma germinal o dicho de otro modo de la separación entre la línea somática y la línea germinal , base fundamental sobre la que se sustentaron la visión dogmática de la imposibilidad de la herencia de caracteres adquiridos y el neodarwinismo.

Digo inventarse porque dicha barrera no existe: no hay tal barrera real entre células somáticas y células germinales. La barrera somático-germinal es una barrera inventada.

Dicha teoría reconoce dos tipos de tejidos en los organismos, dos líneas (linajes) : La línea somática y la línea germinal. Mientras que la primera constituye la mayor parte del cuerpo de un individuo, la segunda es su parte “inmortal” a partir de la que se formarán las células reproductoras o gametos para su reproducción. Como todo el organismo procede de una sola célula, suponemos que ésa célula pertenece a la línea germinal.
La línea germinal constituiría así la continuidad de la información genética entre generaciones, mientras que la línea somática, sería una especie de sub-producto. Ya veremos, más adelante, cómo resuelve Goldschmidt este problema con unos dibujitos.
Así, una teoría gratuitamente inventada no sólo se publica y se difunde, sino que se convierte en la base para rechazar rotundamente la herencia de los caracteres adquiridos. Todo lo importante ocurriría en la línea germinal. El resto del organismo sería material de segunda clase, producto de deshecho del plasma germinal. A partir de entonces y por uno de esos avatares históricos que requerirán mucho y cuidadoso análisis, el darwinismo salió reforzado. Se comenzó a llamar Neodarwinismo a la fusión de la teoría de la evolución por selección natural y la hipótesis del plasma germinal de Weissmann.

Pues bien, dicha discontinuidad es simple y llanamente inexistente en bacterias, hongos y en plantas. Pensar que en animales no existen mecanismos de comunicación que puedan alterar la dotación genética del plasma germinal es un atrevimiento que está muy lejos de ser demostrado. En bacterias y en organismos unicelulares, no tiene sentido alguno. El punto de partida de Weismann no tiene ninguna base, pero….. acaso sus experimentos la tienen?.

jueves, 15 de noviembre de 2007

La Relación entre Genética y Evolución: Thomas Hunt Morgan (IV; El dedo en la llaga)


La imagen representa el cuadro titulado "Incredulidad de Santo Tomás" que Caravaggio pintó en torno a 1601.

La frase “poner el dedo en la llaga" tiene un significado muy preciso: Tocar en un punto clave de una cuestión. Alude al texto del Evangelio, según el cual, para comprobar que Jesucristo había resucitado, Santo Tomás exigió poner su dedo en la llaga.

Hablando de Genética, como llevamos haciendo a lo largo de varias entradas y, de la mano de TH Morgan, uno de sus indiscutibles fundadores, hemos venido ahora a tocar en un punto clave. A poner el dedo en la llaga.

Veíamos en entradas anteriores, como leyendo el texto de Morgan habíamos aterrizado en un terreno tórrido. Un avispero para la Genética: la herencia de caracteres adquiridos. Pues bien, en su libro, Morgan atribuye la situación desfavorable en que se encuentra la herencia de caracteres adquiridos, sin lugar a dudas, a la influencia de un hombre: August Weismann. Dice Morgan:



To Weismann more than to any other single individual should be ascribed the disfavor into which this view has fallen. In a series of brilliant essays he laid bare the inadequacy of the supposed evidence on which the inheritance of acquired characters rested.

A Weismann más que a cualquier otro individuo se debe atribuir la desaprobación en la cual esta visión ha caído. En una serie de ensayos brillantes él manifestó la supuesta insuficiencia de la evidencia sobre la cual se basó la herencia de caracteres adquiridos.

No he leído todavía esos ensayos de Weismann a que se refiere Morgan, pero a cambio he leído unas páginas posteriores de un libro de Genética de Goldschmidt, que algún día traeré por aquí, porque sospecho que acabamos de tropezar en un punto clave de la Historia de la Biología que merece nuestro análisis más cuidadoso.

A parte de sus ensayos que no he leído y que, como dice Morgan pueden ser muy brillantes (permitáseme, no obstante dudarlo, sobretodo después de haber leído los páginas de Goldschmidt); a parte de eso, me preocupa una serie de cuestiones que resumo en tres:

1. ¿Qué experimentos realizó Weismann para demostrar la no-herencia de caracteres adquiridos?.

2. ¿Quién apoyó su decidido proyecto de desterrar del mapa de la Biología a la herencia de caracteres adquiridos?.

3. ¿Es posible que en Biología un modo de pensar se asiente más bien debido a la influencia de personas poderosas que a la solidez de los datos experimentales?.

Empezaremos por la teoría
,....



martes, 13 de noviembre de 2007

Caracteres adquiridos: Descanso del libro de Morgan con una puntualización lingüística.



Decíamos que tanto la expresión “Selección Natural”, como “carácter adquirido”, merecen una reflexión y deben ser utilizadas con cautela. Tal vez su aproximación requiera el uso de uno de estos antifaces que muestra la imagen y que los apicultores utilizan en su aproximación a la colmena. Puesto que acerca de Selección Natural ya he dedicado algún tiempito (por lo visto todavía no el suficiente) en otra ocasión, vayamos ahora, antes de entrar en consideraciones históricas a ver qué significa carácter adquirido en la tradición de la Genética y de la Biología. Curiosamente, en el contexto de la Genética (al contrario de lo que ocurre en el lenguaje ordinario) carácter adquirido no significa carácter adquirido sin más, sino más bien adquirido a lo largo de, (o como consecuencia de) la experiencia de la vida.

Me explico: Adquirir algo, en el lenguaje común significa pasar de no tenerlo a tenerlo y nadie te pregunta cómo ni porqué. Sin embargo, en el lenguaje de la Genética, adquirido significa adquirido durante tu vida independiente (?); es decir, entre el día de tu nacimiento y el de tu muerte. Es curioso y resulta difícil de entender, pero es así. Para la Genética, mi mano izquierda no es algo que yo haya adquirido, sin embargo si yo soy guitarrista y mi mano toma determinada proporción o habilidad como consecuencia del hábito, esa proporción sí que será adquirida. Sólo entendiendo esta peculiar y muy discutible manera de interpretar una palabra se encuentra uno en disposición de hablar de la herencia de caracteres adquiridos.

Si el carácter fuese adquirido como consecuencia de una mutación al azar en las células germinales de uno de los parentales, entonces la Genética considera que no es adquirido. Supongamos por ejemplo el caso de la talidomida, un fármaco utilizado como calmante en el embarazo durante los años -50 y -60 cuya utilización provocó graves deformaciones en los embriones que se mantuvieron en los individuos al nacer (dismelia: defectos en los miembros). Pues bien, estas anomalías, para la Genética no eran adquiridas, sino congénitas. Sólo si el carácter es adquirido como consecuencia de la experiencia, de la práctica, del uso, de la necesidad a lo largo de la vida del individuo, entonces es adquirido para la Genética y,…según la versión vigente de la teoría (¿dogma?), entonces no podría ser heredado a las generaciones sucesivas. Si por el contrario, se adquiere por azar (?) en la línea germinal, no es adquirido y puede ser heredado. Es un curioso razonamiento mediante el cual se da un paso, consciente o inconscientemente, para mantener al azar en un puesto clave dentro de la evolución (darwinismo), mientras que algo aparentemente tan intuitivo y natural como la posibilidad de cambios en el genoma en respuesta al ambiente, queda reducido al máximo, casi excluido.

En conclusión, algo así como si por decreto, se hubiese venido a dictaminar que los caracteres adquiridos no se heredan. De paso, se atribuyó a Lamarck, como un sambenito (cuando Darwin lo admitió sin inconveniente) el haber defendido algo que estaba muy mal visto y haberlo ilustrado con un ejemplo que tambien hoy suena a rancio (el del cuello de la jirafa). Para entender cómo este curioso razonamiento se ha mantenido vigente durante décadas hay que tener una perspectiva histórica y el libro de Morgan que veníamos comentando nos la proporciona. Volvamos pues, con Morgan.


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lunes, 12 de noviembre de 2007

La Relación entre Genética y Evolución: Thomas Hunt Morgan (III; en el avispero).




En el texto que venimos comentando y que se titula "A Critique of the Theory of Evolution" (1919), Thomas Hunt Morgan parece mostrar cierta simpatía con la herencia de caracteres adquiridos, un tema muy delicado e importante en la Historia de la Biología, un auténtico avispero para la Genética.

Salvando la diferencia que pueda haber entre nido de avispas o de abejas, ilustra la entrada de hoy el cuadro de Piero di Cosimo (1462-1521), titulado El Descubrimiento de la Miel, en el que una serie de personajes exponen su desnudez a la feroz picadura de estos insectos.

Dice en su libro Morgan:

Practice makes perfect is a familiar adage.
Not only in human affairs do we find that a part through use becomes a better tool for performing its task, and through disuse degenerates; but in the field of animal behaviour we find that many of the most essential types of behavior have been learned through repeated associations formed by contact with the outside.

It was not so long ago that we were taught that the instincts of animals are the inherited experience of their ancestors lapsed intelligence was the current phrase.

Un adagio familiar dice que la práctica hace la perfección.
No solamente en asuntos humanos encontramos que una parte, con el uso, se convierte en una herramienta mejor para realizar su tarea, y sin uso degenera; en el campo del comportamiento animal encontramos que muchos de los tipos más esenciales de comportamiento se han aprendido con las asociaciones repetidas formadas por el contacto con el exterior.

No está tan lejos en el tiempo cuando nos enseñaron que los instintos de animales son la experiencia heredada de la limitada inteligencia de sus antepasados.


Y,… más adelante:


Lamarck's name is always associated with the application of the theory of the inheritance of acquired characters. Darwin fully endorsed this view and made use of it as an explanation in all of his writings about animals.
Today the theory has few followers amongst trained investigators, but it still has a popular vogue that is widespread and vociferous.



El nombre de Lamarck se asocia siempre al uso de la teoría de la herencia de caracteres adquiridos. Darwin aceptó completamente esta visión y la usó como explicación en sus textos sobre animales. La teoría tiene hoy pocos seguidores entre los investigadores, pero todavía tiene una aceptación popular extensa.


La Teoría, tal y como se ha interpretado tradicionalmente en Genética, sería definida propiamente como la no-herencia de los caracteres adquiridos. Pero........
¿Acaso no suena un poco extraño una teoría cuyo enunciado es la negación de una generalidad?.
Creo que a Karl Popper, uno de nuestros teóricos de la Ciencia, no le hubiese gustado nada este enunciado y tal vez habría dicho: Aunque usted demuestre que determinados caracteres adquiridos no se heredan, no podrá convencerme de que ninguno se hereda. ¿Como se puede demostrar semejante cosa?. En todo caso, podríamos demostrar que determinada característica adquirida no es heredable. Pero,… no es mucho generalizar dictaminar que ninguna característica adquirida es heredable?. ¿En qué se basa toda la leyenda acerca de la herencia de caracteres adquiridos?, ¿en Ciencia Experimental bien diseñada y ejecutada?. ¿ O, tal vez, por el contrario en imposición de criterios y puntos de vista desde posiciones privilegiadas de la Ciencia?. Demos el salto y abordemos el análisis histórico, pero no sin advertir antes que la expresión "carácter adquirido" es un verdadero avispero. Junto con la expresión "Selección Natural", ambas deben ser aproximadas con cautela.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

La Relación entre Genética y Evolución: Thomas Hunt Morgan (II).


Continuamos aquí con el comentario del libro titulado "A Critique of the Theory of Evolution", de Thomas Hunt Morgan (1866-1945). En él se advierte de la necesidad de la Genética para el estudio de la evolución. Desde luego, en ningún momento se manifestó Morgan ni ningún otro genético en sentido contrario, como diciendo que la Evolución fuese necesaria para estudiar los mecanismos de la herencia, o sea que la frase de Dobzhansky (En Biología nada tiene sentido si no se considera a la luz de la evolución), no es aplicable, al menos en Genética. La Genética suministra resultados valiosos para entender la evolución mientras que la frase recíproca no es cierta: La evolución no suministra apenas datos para entender la herencia.
P 60-61:

The results will show beyond dispute that the characters of wild types are inherited in precisely the same way as are the characters of the mutant types a fact that is not generally appreciated except by students of genetics, although it is of the most far-reaching significance for the theory of evolution.

Los resultados mostraran más allá de toda duda que los caracteres de los tipos silvestres se heredan de la misma manera que los de los mutantes, algo que no suele ser apreciado más que por los estudiantes de Genética aunque es del máximo significado para la teoría de la evolución.



Morgan presenta, además, una visión pacífica de la evolución, en contraste con la lucha por la supervivencia darwiniana (P 87):

Evolution from this point of view has consisted largely in introducing new factors that influence characters already present in the animal or plant.
Such a view gives us a somewhat different picture of the process of evolution from the old idea of a ferocious struggle between the individuals of a species with the survival of the fittest and the annihilation of the less fit. Evolution assumes a more peaceful aspect.

La evolución desde este punto de vista ha consistido principalmente en introducir factores nuevos que influyen en los caracteres presentes en animales y plantas.
Esta visión nos da un cuadro diferente del proceso de evolución de la vieja idea de una lucha feroz entre indivíduos de una especie con la supervivencia de los más aptos y la aniquilación de los menos adaptados. La evolución toma un aspecto más pacífico.



Y queda claro qué parte en el estudio de la evolución y la herencia es grosera y cual más refinada (p. 90):


Throughout the greater part of the last century, while students of evolution and of heredity were engaged in what I may call the more general, or, shall I say, the grosser aspects of the subject, there existed another group of students who were engaged in working out the minute structure of the material basis of the living organism.


Hasta bien entrado el siglo pasado, mientras los investigadores de la evolución y de la herencia se dedicaban al estudio de los aspectos más generales, o, como diría yo, más burdos del tema, otro grupo de hombres de ciencia se consagraba a indagar la estructura de la base material del organismo vivo.



No tarda en analizar cuidadosamente la teoría darwinista: P 145:


Darwin's Theory of Natural Selection still holds today first place in every discussion of evolution, and for this very reason the theory calls for careful scrutiny; for it is not difficult to show that the expression "natural selection" is to many men a metaphor that carries many meanings, and sometimes different meanings to different men.

Darwin himself was extraordinarily careful, however, in the statements he made in this connection and it is rather by implication than by actual reference that one can ascribe this meaning to his views. His contemporaries and many of his followers, however, appear to have accepted this sliding scale interpretation as the cardinal doctrine of evolution. If this is doubted or my statement is challenged then one must explain why de Vries' mutation theory met with so little enthusiasm amongst the older group of zoologists and botanists; and one must explain why Johannsen's splendid work met with such bitter opposition from the English school the biometricians who amongst the post-Darwinian school are assumed to be the lineal descendants of Darwin.


La teoría de Darwin de la Selección Natural todavía ocupa el primer lugar en cada discusión de la evolución, y por esta misma razón la teoría necesita el análisis cuidadoso; no es difícil demostrar que la expresión "Selección Natural" es una metáfora que encierra muchos significados diferentes para hombres diversos.

Darwin mismo tenía extraordinario cuidado, sin embargo, en las declaraciones que hizo en esta conexión y es más bien por implicación que por referencia real que uno puede atribuir significado a sus opiniones. Sus contemporáneos y muchos de sus seguidores, sin embargo, parecen haber aceptado esta interpretación “deslizante” como la doctrina cardinal de la evolución. Si se duda esto o mi declaración entonces se cuestiona, entonces uno debe explicar por qué la teoría de la mutación de de Vries se encontró con tan poco entusiasmo entre zoologos y botánicos; y uno debe explicar porqué el trabajo espléndido de Johannsen encontró tal oposición de la escuela inglesa los biometricos que entre la escuela post-darvinista se asumen para ser los descendientes lineales de Darwin.





Y más adelante (p. 156):

Let us, however, not make too much of the matter ; for it is much less important to find out whether Darwin's ideas were vague, than it is to make sure that our own ideas are clear.

No demos demasiada importancia al asunto; porque es mucho menos importate encontrar si las ideas de Darwin eran vagas o no que asegurarnos de que las nuestras son claras.



La posición de Morgan es crítica con algunos aspectos del darwinismo posterior a Darwin y eso que cuando él escribe, el neo-darwinismo todavía no había hecho más que empezar.



lunes, 5 de noviembre de 2007

La Relación entre Genética y Evolución: Thomas Hunt Morgan (I).


Uno de los fundadores de la Genética es Thomas Hunt Morgan (1866-1945; Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1933). En su libro titulado "A Critique of the Theory of Evolution", que contiene el texto de unas lecturas pronunciadas en la Universidad de Princeton en 1916 queda claro que el estudio de la evolución deberá apoyarse en los resultados y conclusiones de la joven y prometedora disciplina de la Genética, una Ciencia experimental. El estudio de la evolución, complejo, principalmente no experimental, basado en la Paleontología y en la observación, debería buscar a partir de ahora un fundamento en la Genética, una joven y prometedora disciplina experimental y nunca al revés, como el neo-darwinismo vino a imponer décadas después.

De muchas de sus ideas y consejos deberíamos tomar hoy buena nota.

Curiosamente comienza con una frase dirigida a quienes se muestran demasiado confiados en los avances notables en el estudio de la evolución así:

"Occasionally one hears today the statement that we have come to realize that we know nothing about evolution. This point of view is a healthy reaction to the over-confident belief that we knew everything about evolution.
Ocasionalmente uno oye la sentencia que dice que hemos llegado a darnos cuenta de que no sabemos nada acerca de la evolución. Este punto de vista es la reacción saludable a la creencia sobre-confiada de que conocemos todo acerca de la evolución



Porque (P 26):

"My good friend the paleontologist is in greater danger than he realizes, when he leaves descriptions and attempts explanation. He has no way to check up his speculations and it is notorious that the human mind without control has a bad habit of wandering."
Mi buen amigo, el paleontólogo esta en un peligro mayor de lo que piensa, cuando abandona las descripciones e intenta la explicación. Él no tiene manera de comprobar sus especulaciones y es notable que la mente humana sin control tiene la mala costumbre de divagar.

P 26-27:

"The geneticist says to the paleontologist, since you do not know, and from the nature of your case can never know, whether your differences are due to one change or to a thousand, you can not with certainty tell us anything about the hereditary units which have made the process of evolution possible.
And without this knowledge there can be no understanding of the causes of evolution."


El genético dice al paleontólogo, ya que usted no sabe y por la naturaleza de su caso, nunca sabrá, si sus diferencias son debidas a un cambio o a mil, usted no puede decirnos ciertamente acerca de las unidades de la herencia que han hecho posible la evolución.
Y sin este conocimiento no pueden entenderse las causas de la evolución.

No obstante, también Morgan a veces se equivocaba. Veamos sino ( p 38)

"Today the belief that evolution takes place by means of natural processes is generally accepted. It does not seem probable that we shall ever again have to renew the old contest between evolution and special creation."
Hoy se acepta generalmente la creencia de que la evolución ocurre por medio de procesos naturales. No parece probable que se vuelva a revivir la disputa entre evolución y creación.

En general, su escrito es de una gran lucidez y acierto:


"We must find out what natural causes bring about variations in animals and plants; and we must also find out what kinds of variations are inherited, and how they are inherited. If the circumstantial evidence for organic evolution, furnished by comparative anatomy, embryology and paleontology is cogent, we should be able to observe evolution going on at the present time, i.e. we should be able to observe the occurrence of variations and their transmission. This has actually been done by the geneticist in the study of mutations and Mendelian heredity, as the succeeding lectures will show."
Debemos encontrar qué causas producen la variación en animales y en plantas. También debemos encontrar qué variaciones se heredan y cómo. Si la evidencia circunstancial de la evolución orgánica, procedente de la anatomia comparada, la embriología y la paleontología es coherente, entonces debemos ser capaces de observar la evolución en el presente, por ejemplo, seremos capaces de ver la ocurrencia de variaciones y su transmisión. Esto lo ha hecho el genético mediante el estudio de las mutaciones y de la herencia mendeliana, como las lecciones que siguen mostrarán.

martes, 30 de octubre de 2007

La Genética, contemporánea del Titanic



La Genética suelta amarras a primeros del siglo XX y parte en su singladura de unos principios sólidos: Los seres vivos tienen, al menos en ocasiones, el significado que uno quiera darles. Su carácter es el conjunto de características. Las características se heredan. Hay que realizar cruzamientos para ver cómo. Pero tal solidez de sus planteamientos, implica una herida mortal.

No estamos ante un caso único en su época. Otros proyectos se fundamentaban en sólidos principios, pero fallaron por no haber considerado debilidades inesperadas. Empresas gigantes, basadas en la confianza del hombre en su propia capacidad y destinadas a la lucha con los elementos: Con el Mar, El Titánic; con el mar del lenguaje, La Genética.

Pero la fuerza que motiva ambos proyectos incluye, según el principio oriental del Yin y el Yang, una profunda debilidad que hace difícil que sus travesías ocurran sin riesgos o accidentes.
La Genética abstrae los caracteres, pero el significado de los seres vivos pudiera no ser ese, sino otro. Ni sabemos cuál ni tan siquiera estamos seguros de que haya otro, pero el problema surge si cabe tan solo la posibilidad de que los seres vivos tuviesen otro significado que, precisamente podría perderse por ignorarlo.

Si se aislan los caracteres, podríamos incurrir en dificultades graves, por ejemplo para obtener una explicación de la variabilidad. En un artículo publicado en The American Naturalist en 1924, Oscar Riddle reconocía perfectamente esta realidad:

“These divisions or aspects of biological science—comparative anatomy, systematics, biochemistry, paleontology, behavior, embryology, evolution, pathology, ecology, microanatomy, physiology and distribution—are at once frank recognitions of the kinds of knowledge necessary to a comprehension of the organism, and of the limited scope and value of any single type of information. Heredity, or evolution, like Biology as a whole, possesses an integrity which upon examination immediately dissolves into diversity. It is a crystal of many facies. The first purpose here is to attempt the identification of the radically diverse aspects presented by any single hereditary character….”

Es decir, al analizar cualquier carácter tendremos detrás toda la Biología del organismo y siempre volveremos al punto de partida. Si preguntamos por la parte no podremos nunca tener una respuesta que explique el todo.

lunes, 29 de octubre de 2007

Nacimiento de la Genética: Cuando el significado pudo haber escapado por la gatera




La Genética es una de aquellas disciplinas científicas clásicas que, a lo largo de los siglos surgían y se iban desarrollando con el objetivo de responder a preguntas concretas y bien definidas. El nombre Genética se hizo oficial a partir de 1899, cuando William Bateson propuso cambiar el nombre del tercer Congreso de Mejora de Plantas (Plant Breeding), a celebrar en Londres, y denominarlo First Internacional Congress of Genetics. Aunque la democrática y omnisapiente Wikipedia, opina que fue en una carta fechada en 1905 y dirigida del propio Bateson a Sedgwick (aquel profesor de Darwin que le había reñido por su falacia y atrevimiento al enunciar la tautología de la Selección Natural como dándole el barniz de una Teoría Científica), está claro que esto es un error de Wikipedia, porque seis años antes había tenido lugar el Primer Congreso Internacional de Genética. En cualquier caso, las plantas y la Biología Vegetal han sido importantes para el desarrollo de la Genética, que tiene lugar casi simultáneamente con el nacimiento del siglo XX, cerca de los tiempos de la materialización del mundo de que nos hablaba Vicente Blasco Ibáñez en una entrada anterior.

La Genética continúa, desde su nacimiento, la larga tradición de la mejora de las plantas, que se realizaba con conocimiento de los procesos de reproducción en vegetales desde Camerarius y de manera empírica desde el Neolítico. Por su vocación e interés más bien aplicados, a la Genética nunca le ha importado mucho el significado de los seres vivos. Si lo tienen o no lo tienen y que pueda ser esto del significado. Por el contrario, desde sus orígenes y de manera implícita en sus protocolos ha admitido que el significado de los seres vivos puede supeditarse a la utilización que hagamos de ellos; dicho de otro modo, que el significado es el que nosotros les otorguemos, o más directamente, que no tienen ningún significado. Todas las técnicas y protocolos que son específicos de la Genética están basados en la captura de organismos y su reproducción en condiciones artificiales de laboratorio (cruzamientos). Desde sus orígenes, la única función y objetivo de muchos seres vivos es servir para los fines experimentales del científico. El genético selecciona los caracteres cuya herencia va a estudiar y desprecia la importancia que los animales o plantas objeto de su estudio puedan tener como individuos en la naturaleza otros que sus fines experimentales. En su proceder arbitrario, la Genética comparte características con Dunson, el hombre blanco del Western que veíamos representado por John Wayne. No será la última vez que surja un parecido entre el comportamiento de los personajes representados por John Wayne y los modales de la Genética.

Si en todo esto hubiese algo de cierto y no fuese todo pura especulación, entonces cabría la posibilidad de que el carácter digno de estudio y de abstracción no fuese el de servir para fines experimentales, sino otro y que por lo tanto, habría escapado por la gatera.

sábado, 27 de octubre de 2007

Memememociona

Recibo de Guis el Meme. Memociona.

Pero lo mío no es recibir premios sino darlos. El Mememequemalasmanos y tengo que pasarlo a toda velocidad. Tengo que dar tres consejos para ser un buen blogger y pasarlo a tres bloggers, por lo tanto elijo, por cada consejo, a unblogger.

1. Consejo 1: Sea atrevido y cuestione cosas que ni usted mismo entiende. Seguro que los demás tampoco las entienden y acaban cayendo en su propia trampa por creer que alguna vez entendieron lo que no entienden. Por esto el Meme va a parar a Irichc, que se cuestiona preguntas fundamentales como ¿Qué es una especie? y por su intento de rescatar la filosofía de Leibniz y su optimismo respecto a la Metafísica.

2. Consejo 2: Sea paciente y utilice la lógica y la razón. Por eso dedico el segundo Meme a tumbaito a quien he aburrido en relación con un libro de lógica en su entrada "El mejor".

3. Consejo 3: Márquese como principal objetivo el hacer amigos. Por esto el tercer Meme va para Perú a Lima, Chico Troodon.

viernes, 26 de octubre de 2007

Hombre blanco dar significado




En la película “Red River''(1948), dirigida por Howard Hawks, Dunson, el personaje a quien representa John Wayne, se apodera de unos terrenos en la baja California. Cuando alguien viene y le dice que esos terrenos son del rey de España, el personaje se parte de la risa. El análisis que hace de esto Roger Evert es muy interesante:


"Underlying everything else is an attitude that must have been invisible to the filmmakers at the time: the unstated assumption that it is the white man's right to take what he wants. Dunson shoots a Mexican who comes to tell him ``Don Diego'' owns the land. Told the land had been granted to Diego by the king of Spain, Dunson says, ``You mean he took it away from whoever was here before--Indians, maybe. Well, I'm takin' it away from him.'' In throwaway dialogue, we learn of seven more men Dunson has killed for his ranch, and there's a grimly humorous motif as he shoots people and then ``reads over 'em'' from the Bible."

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Cuando el mundo se hizo materialista




La conversión del mundo al materialismo, a la que me he referido antes no es un producto de mi imaginación. En su novela “El intruso” (1904), Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928) explica:


El hombre moderno no debía perder el tiempo preguntándose sobre el origen del mal o si la naturaleza está corrompida por el pecado: las dos grandes preocupaciones de la moral cristiana. Bastábale saber que la naturaleza, buena o mala, se modifica o transforma por el trabajo. Poco importaba el origen del mal; lo interesante era combatirlo y vencerlo, sin optimismos ni pesimismos, llevando como único guía el esfuerzo continuo hacia el mejoramiento.
El hombre estaba condenado a hacerlo todo por su propia energía, sin la esperanza de fantásticas protecciones. El trabajo es su ley. El oficio de ser hombre era glorioso y duro. Sólo podía contar con un apoyo: la ciencia. El progreso de los conocimientos positivos, la industria y la evolución incesante de las sociedades modificaban la concepción de la vida y de sus fines. El hombre moderno, valiéndose de la crítica, tenía una idea justa de los límites de sus conocimientos. Ni soberbias, ni desmayos de humildad. No afirmaba con orgullo conocer lo absoluto ni el origen de las cosas. Pero ¿Es que las religiones sabían más que él? ¿Eran racionales las explicaciones de los que creían en una Providencia amparadora de la injusticia y en un plan de creación ideado por unos hebreos ignorantes?.
En cambio, el hombre conocía gracias a la ciencia, el mundo que le rodeaba mucho mejor que las religiones. Si no sabía la causa primera de muchos fenómenos, había descubierto y utilizado las relaciones que los ligan y, en vez de ser siervo de la naturaleza, como en los tiempos de barbarie religiosa, la tenía a sus órdenes, haciéndola trabajar para su comodidad y sustento. Ante él se abatían obstáculos que parecían eternos; la mecánica aprovechaba las fuerzas naturales; modificábase la faz de la tierra; suprimíase el espacio al acortarse las distancias, y el planeta parecía empequeñecerse, haciéndose cada vez más confortable, como una habitación dentro de la cual la humanidad iba encontrando satisfechas todas sus necesidades.
El hombre ya no quería fundar su moral sobre lo desconocido, sobre dios, fantasma bondadoso o terrible de la infancia de la humanidad. Tampoco podía tolerar la moral cristiana, basada en la resignación y en la abstención. Esta moral no había sido más que un arte de mutilar la vida bajo pretexto de guardar sus formas más altas, o sea las espirituales.

- Hay que aceptar la vida tal y como es y vivirla toda entera- dijo el médico con entusiasmo-. Nuestra moral es simple y valiente: se resigna a la compañía de los hombres, sabiendo que no existen los ángeles, y los acepta tales como son. No pasa la vida orando y contemplando lo perfecto y lo eterno, sino que arrostra el encuentro de lo malo y de lo feo y hasta lo busca, ya que existen, para combatirlos y triunfar de ellos. No mira al cielo, pues sabe que no lo hay; examina la tierra que es realidad, y, en vez de tener las manos siempre juntas en el rezo que salva el alma, empuña los rudos instrumentos de trabajo, labora, lucha, suda, en su eterna batalla contra el suelo por transformarlo y embellecerlo, pensando que las fatigas del presente serán buenas obras para la humanidad del porvenir. Nuestra moral tiene callos en las manos. No son, como las de las monjas, blancas, suaves, con palidez de nácar, cruzadas en el pecho, mientras los ojos en alto buscan a Dios.”

jueves, 25 de octubre de 2007

Elephant in a China shop






El panorama que se presentaba en sus orígenes a la Genética, que iba a estudiar la herencia de los caracteres, consistía, en primer lugar, en definirlos. ¿Iba una ciencia nueva y experimental propia del siglo XX a dedicarse a estudiar algo complejo y en los límites de la Psicología?. O, por el contrario, ¿su finalidad era más bien materialista y buscaba resultados aplicados?. Quien analice la historia de dicha ciencia tendrá aquí una tarea interesante a la que podemos ir dando pequeñas pistas.

La Genética ha partido, en su origen, de admitir la acepción “fácil” de la palabra carácter y, acto seguido, seleccionar aquellos caracteres cuya herencia ha sido más asequible para su estudio, es decir las características. Para estos fines, el método a seguir no deja alternativas: la Genética se basa en la captura de animales y plantas y su reproducción en condiciones de laboratorio. Si, de acuerdo, captura de animales y plantas se lleva haciendo desde el Neolítico, pero ahora el objetivo es diferente.

Existe un primer problema en el planteamiento de la Genética y de todas las disciplinas científicas y ese problema tiene dos partes. La primera tiene que ver con la especialización y es la fragmentación del mundo. Para que la Ciencia pueda analizar el Mundo, ha de fragmentarlo. Pero el problema no acaba ahí sino que por el contrario se agrava después, en la segunda parte; porque si alguien se había pensado que, después de fragmentado, podíamos volver con los resultados del análisis al mundo real anterior a la fragmentación, estaba equivocado. Cuando el mundo ha sido fragmentado, sigue fragmentado. No ofrece posibilidad de retorno ni existe otro mundo paralelo, prístino, al cual podamos ir con el relato de los resultados y de los análisis de nuestra fragmentación.

Como consecuencia de la primera parte del problema (especialización y fragmentación), se ha llegado a una situación de incomunicación entre las distintas divisiones de la Ciencia. La Genética es, en buena medida, la responsable de esta fragmentación entre los seres vivos y su entorno, desde el momento en que admite que es posible estudiar de manera independiente sus caracteres.

Como consecuencia de la segunda parte, conviene aprender de los errores y rectificar. Respetar a los seres vivos y limitar la experimentación con ellos puede ser la lección aprendida de una genética que ha dado grandes frutos a costa de grandes sacrificios.

En las siguientes entradas veremos algo acerca de la historia y desarrollo de la Genética para ver si en todo esto hay algo de cierto o son meras elucubraciones, pero antes de entrar con la Genética, pensar que tampoco la Genética es independiente de su entorno y que surgió en un momento en el que el mundo se hacía materialista.


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martes, 23 de octubre de 2007

La mutación del carácter



A lo largo de este mes de Octubre que ya va claudicando, pero que todavía tiene, al menos por estas latitudes, un brillo inusual, hemos tratado acerca del carácter. En las entradas de los días tres y cuatro de Octubre, veíamos la complejidad que reside en este concepto. En la entrada del día ocho, vimos que esta complejidad se manifiesta en las definiciones que de “carácter” da el diccionario de la RAE. En definitiva, decíamos, que todas estas acepciones se podrían reducir a dos, una simple y una compleja y explicábamos cómo la Biología, y en particular la Genética, se habían mostrado más partidarias de la acepción simple. Por el contrario, a través de la obra de sucesivos autores, veíamos la vinculación del carácter con conceptos importantes para la humanidad, como el significado, la virtud, el alma, la substancia y la voluntad y su unión indisoluble con el entorno manifestada en un texto de Kierkegaard.

Todo esto pertenece al pasado y hoy, a cambio, se nos presenta una nueva y curiosa alternativa, porque: ¿Quién piensa hoy en el carácter como esencia de una persona?. ¿Qué significado ha tomado hoy la palabra carácter?. A diferencia del concepto clásico que impregnó la literatura, el carácter, así como esencia, casi ha desaparecido del mapa y se emplea más bien en su sentido intranscendente, como con minúscula, como cada una o el conjunto de las características que uno tiene: Pelo rubio o moreno, ojos azules o castaños, altura, diversos diámetros. Todos ellos o casi todos son inter-cambiables en clínicas de distintos especialistas mediante el pago de cantidades variables. Como todo, hoy el carácter tiende a ser venal.
Esta mutación conceptual de carácter como espejo del alma a carácter como característica y objeto de mercado ocurre, nos guste o no, en sincronía con el cambio en general, pero en el caso particular que aquí nos atañe, con el desarrollo de la Genética; porque la Genética es la ciencia que estudia la herencia, esto es, la transmisión de los caracteres.

Como el estudio del carácter en sentido clásico es muy difícil o imposible (¿complejidad irreductible?), porque después de tanto tiempo apenas sabemos en qué consiste; hemos tirado por el camino de en medio y, lógicamente, la Genética estudia la transmisión de los caracteres en su sentido fácil, es decir de las características. Haciendo esto la Genética ha cosechado grandes éxitos, algunos de ellos en asociación con la Bioquímica. Pero, por otra parte, ambas también tienen su parte de responsabilidad en el eclipse de un concepto importante. El concepto clásico de carácter tiende hoy a desaparecer.

La Genética tiene aquí una parte de responsabilidad que habrá que analizar con cuidado para que no tenga consecuencias imprevistas.....

miércoles, 17 de octubre de 2007

Kierkegaard o la imposibilidad de separar las cosas de su entorno






Dicta la Genética que todo carácter es el resultado de la interacción entre un genotipo y su ambiente; y, sin embargo, yo tiendo a pensar que eso son las características. El carácter pudiera, por el contrario, ser otra cosa mucho más importante que, tal vez precede y domina dicha interacción.

El capítulo titulado “Los Estadios eróticos inmediatos o el erotismo musical”, perteneciente al libro “Enten-Eller” ("O lo uno o lo otro"), de Soren Kierkegaard (1813-1855), empieza así:

Desde el primer instante de ofuscación en que mi alma, humillada y llena de asombro, se prosternó ante la música de Mozart, muchas veces ha sido para mí una actitud grata y reconfortante la de pensar en aquella jovial concepción griega que denomina al mundo cosmos, puesto que se muestra como un todo bien ordenado, como una grácil y diáfana alhaja del espíritu que obra en él y lo entrelaza; pensar que esa jovial concepción puede repetirse en un orden de cosas superior, en el mundo de los ideales, y que también en él hay una providencial sabiduría que es digna de admiración, puesto que, ante todo, reúne a los que se pertenecen de manera mutua: Axel y Valborg, Homero y la guerra de Troya, Rafael y el catolicismo, Mozart y el don Juan. Hay una miserable incredulidad que cree disponer de un sinnúmero de alicientes. Supone que ese vínculo es incidental, y no ve en él otra cosa que la afortunada conjunción de diferentes potencias en el juego de la vida. Supone que es incidental que los enamorados se encuentren, que es incidental que se amen, que habría cientos de otras muchachas junto a las cuales un hombre podría haber alcanzado la misma dicha y a las que podría haber amado del mismo modo. Supone que muchos otros poetas podrían ser tan inmortales como Homero, si éste no hubiese acaparado ese glorioso tema, que muchos compositores habrían podido ser tan inmortales como Mozart si se les hubiese dado la oportunidad. Claro que esa convicción comporta un gran consuelo y alivio para todos esos mediocres que, a través de ella, son capaces de creer y de hacer creer a sus iguales que, si no llegaron a ser tan ilustres como los ilustres, fue por una equivocación del destino o por un error universal. El optimismo que de esa manera se aporta es muy fácil. En cambio, para el alma valerosa, para el optimate, para aquel que preferiría perderse a sí mismo en la contemplación de lo grande más bien que salvarse a sí mismo de un modo tan miserable, eso, desde luego, es algo abominable, y para su alma sería un regocijo, sería una sagrada satisfacción ver unidos a aquellos que se pertenecen. Eso es lo venturoso, en un sentido que no es el de lo incidental y que presupone, por tanto, dos factores, mientras que lo incidental consiste en las interjecciones inarticuladas del destino. Es lo que hay de venturoso en la historia, la divina conjunción de las fuerzas históricas, la hora nupcial de la historia. En lo incidental hay un solo factor; es un hecho incidental que Homero haya hallado en la historia de la guerra de Troya la más excelsa materia épica que cabría pensar. Lo venturoso tiene dos factores; es un hecho venturoso que la más excelsa materia épica le haya sido acordada a Homero, pues aquí el acento recae tanto sobre Homero como sobre la materia. En eso consiste la profunda armonía que resuena en todas las producciones que llamamos clásicas. Lo mismo sucede con Mozart; es un hecho venturoso que aquello que, en sentido profundo, es acaso el único tema de la música, le haya sido dado ..... a Mozart.

A mi entender, esa miserable incredulidad a la que se refiere Kierkegaard, que cree disponer de un sinnúmero de alicientes y que supone que el vínculo es incidental, y no ve en él otra cosa que la afortunada conjunción de diferentes potencias en el juego de la vida; esa miserable incredulidad es algo muy próximo al concepto vulgar que corre de Evolución y que el darwinismo se ha encargado de difundir a los cuatro vientos.